Entre gritos y acusaciones, diputados aprobaron en lo general y lo particular la reforma energética, la cual fue enviada a legislaturas estatales
CIUDAD DE MÉXICO.- Tras una sesión de 20 horas, el Pleno de la Cámara de Diputados terminó de discutir la reforma energética y turnó el proyecto de modificaciones a la Constitución a los Congresos locales.
Entre gritos de los legisladores se registró una votación de 353 votos a favor y 134 en contra de los artículos reservados, que eran la totalidad de la minuta enviada por el Senado.
Integrantes de los partidos de izquierda gritaban traidores a quienes aprobaron la reforma, mientras que diputados del PRI, PAN, PVEM y Panal respondían exclamando “¡México, México, México!”.
Durante cerca de 14 horas se desahogaron las reservas que fueron presentadas por más de 76 parlamentarios que subieron a la Tribuna para proponer cambios.
Sin embargo, ninguno fue aceptado por el Pleno, todo fue desechado por parte de priistas y panistas.
La discusión se realizó en una sede alterna al Salón de Plenos de San Lázaro debido a que diputados de izquierda tomaron el recinto parlamentario, el cual liberaron cuando se realizaba la votación, vía nominal, en lo particular, para incorporarse a la deliberación.
Durante la sesión, que comenzó el miércoles alrededor de las 17:00 horas, se registraron momentos álgidos.
Al ser avalada la reforma en lo general, se vivía en el salón alterno un ambiente de confrontación, en el que legisladores de izquierda acusaron a priistas y panistas de vendepatrias y traidores, mientras estos los calificaban de mentirosos, populistas y de hacer un uso electorero de su protesta.
Ricardo Monreal se enfrascó en una discusión con diputados del Partido Verde y el PRI. El principal aludido fue el ecologista Felipe Arturo Camarena.
Aunque el presidente de la Cámara, el panista Ricardo Anaya, pidió orden, Monreal siguió gritándoles canallas, traidores, hipócritas y legisladores de pacotilla.
Tras la intervención de Monreal, las diputadas del PRD y PRI, Karen Quiroga y Landy Berzunza, respectivamente, se enfrentaron a golpes.
Más tarde en la tribuna, al presentar sus reservas, la perredista pidió una disculpa pública a su compañera.
Con la voz entrecortada, dijo que había hablado personalmente con la priista, quien resultó con un rasguño, al parecer, en la córnea del ojo izquierdo, según un reporte médico, y con otro en el pómulo derecho.
Ya por la madrugada, en la discusión de reservas, el diputado del PRD Antonio García Conejo se quitó la ropa hasta quedar en calzoncillos en protesta por lo que llamó “despojo a la nación”.
“Nos prometieron que se iba a privatizar Ferrocarriles de México porque iba a haber desarrollo para la nación, ¿dónde está?, prometieron que con la privatización de Teléfonos de México íbamos a tener mejores tarifas, ¿y dónde está?”, cuestionó en su intervención.
El perredista pidió un mural en el que se escriban los nombres de los diputados que votaron a favor y en contra de la reforma.
“Yo no quiero cargar con la conciencia, yo no quiero que se diga que fue toda la Legislatura”, expresó ante críticas de los presentes.