Cinco jueces del Tribunal Supremo consideraron que existía un riesgo real de que los refugiados fueran evaluados incorrectamente en Ruanda y devueltos a su país de origen para enfrentar persecución
Londres. – Cinco jueces del Tribunal Supremo rechazaron la propuesta del gobierno del Reino Unido de deportar a Ruanda a las personas que soliciten asilo, al considerar que existe un riesgo real de que los refugiados sean mal evaluados en Ruanda y devueltos a su país de origen para sufrir persecución.
La política de inmigración clave de Rishi Sunak ha sufrido un duro revés después de que el Tribunal Supremo del Reino Unido rechazara los planes del gobierno de deportar a Ruanda a las personas que soliciten asilo.
La sentencia dada este miércoles por la mañana socava una de las principales promesas del primer ministro, “detener los barcos” que llegan al Reino Unido con inmigrantes que solicitan asilo. El año pasado, el saldo neto de inmigrantes fue de 606.000 personas, según las cifras publicadas este jueves por la Oficina Nacional de Estadística (ONS, en sus siglas en inglés), un 24% más que la registrada un año antes – 488.000-.
El gobierno argumentó que el plan ruandés sería un elemento disuasorio clave para el creciente número de solicitantes de asilo que llegan al Reino Unido a través de pequeñas embarcaciones que cruzan el Canal de la Mancha, una afirmación que ha sido rechazada por organizaciones benéficas de refugiados.
La sentencia llega un día después de que la destituida ministra del Interior, Suella Braverman, -sustituida por el ex primer ministro David Cameron- publicara una incendiaria carta en la que acusaba a Rishi Sunak de incumplir un acuerdo para introducir cláusulas en la legislación británica para “bloquear” los recursos legales interpuestos en el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) y la Ley de Derechos Humanos.
Braverman dijo que Sunak no tenía un “plan B creíble” y advirtió: “Si perdemos en el Tribunal Supremo, un resultado para el que siempre he defendido que debemos estar preparados, habrán desperdiciado un año y una ley del Parlamento, solo para volver al punto de partida”.
El Parlamento celebrará una reunión de diputados conservadores para analizar la sentencia, donde además se podrían respaldar las peticiones para abandonar el Convenio Europeo de Derechos Humanos.