Nunca ha habido ninguna intención malsana en este trabajo, ni dobles intenciones, ni maquiavelismos, ni arreglos oscuros con el secretario de Seguridad Pública sobre no sé qué interés mío o de la CEAPP de que continúen los abusos policíacos y las restricciones ilegítimas a la labor de los periodistas.
JORGE MORALES/COMISIONADO DE LA CEAPP
En marzo de 2013, derivado de reiteradas agresiones y amenazas policíacas a comunicadores en Veracruz, como el caso del fotoperiodista Félix Márquez, solicité al pleno de la Comisión Estatal de Atención y Protección de los Periodistas de Veracruz (CEAPP) y personalmente al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, una reunión para manifestarle el reclamo por este tipo de hechos –que no se procesaron como queja pues los periodistas involucrados declinaron el inicio de cualquier procedimiento administrativo ante la CEAPP- e iniciar un labor conjunta de coordinación para la prevención y sanción de futuras agresiones.
Ver carta sobre hechos: http://apuntesycronicas.wordpress.com/2013/03/16/carta-abierta-al-gobernador-y-secretarios/
Durante la reunión celebrada ese mismo mes, hubo la “promesa” del secretario de hacer “desayunos” mensuales con integrantes de la CEAPP para ir desahogando esta agenda, atender casos y establecer una relación de trabajo conjunto en materia preventiva.
Cabe destacar que ninguna de estas promesas se cumplieron y por el contrario, se agudizaron las agresiones a periodistas: intimidaciones, prohibiciones a tomar imágenes, grabación a comunicadores en operativos policíacos, encañonamientos y hasta detenciones arbitrarias, por lo que nuevamente solicité al pleno de la Comisión y al secretario de Seguridad Pública, establecer una nueva reunión de trabajo.
Paralelamente a ello la secretaría Ejecutiva de la Comisión, representada por la Dra. Namiko Matzumoto propuso e integró un convenio de colaboración con la SSP enfocado a principalmente dos cosas: reforzar la obligación de la SSP a proporcionar “seguridad” cuando le fuera requerida en apoyo a situaciones de emergencia o necesidad y a favorecer la capacitación de sus policías en materia de derechos humanos. A la fecha, la Secretaría Ejecutiva ha capacitado a más de 2 mil policías en esta materia.
Ver convenio: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:http://www.ceapp.org.mx/transparencia/XX/CONVENIOCEAPP-SSP.pdf
En honor a la verdad debo reconocer que la SSP ha favorecido estos encuentros con la CEAPP en materia de capacitación de policías, así como proporcionado auxilio en situaciones de emergencia, vigilancia y seguridad, aunque no siempre adecuadamente.
Durante dicho encuentro celebrado en septiembre de 2013 personalmente llamé la atención del secretario de Seguridad Pública sobre la necesidad de fijar su actuación con respeto a los derechos humanos, a los derechos democráticos de las y los periodistas y cesar su criminalización o proceder legalmente para formalizar sus “especulaciones”.
Nunca imaginaría que pocos días después, el 14 de septiembre de 2013 se perpetraría una nueva agresión policíaca, deliberada, focalizada, planificada, contra varios periodistas durante un desalojo nocturno de maestros en la Plaza Lerdo de la capital, frente al mismo Palacio de Gobierno, lo que incluyó robo de cámaras, borrado de memorias, amenazas, intimidaciones, agresiones físicas, detenciones arbitrarias.
El suceso motivó –además del inicio de procedimientos por parte de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión y denuncias penales ante la PGJE y la PGR presentadas por periodistas que hasta el momento se mantienen en el limbo jurídico-, una exigencia directa al gobernador Javier Duarte de Ochoa, a quien incluso pedí la destitución del titular de la SSP por hechos de suma gravedad.
Ver solicitud: http://apuntesycronicas.wordpress.com/2013/10/23/discurso-durante-reunion-de-ceaap-con-gobernador/
Ver relatoría: http://apuntesycronicas.wordpress.com/2013/10/31/relatoria-y-reflexiones-de-reunion-de-ceapp-con-gobernador/
Otra petición personal, como puede leerse en documento citado en líneas anteriores, fue la necesaria realización de protocolos de actuación de policías para evitar situaciones como las ocurridas, basadas en el cumplimiento estricto de la ley y el respeto a los derechos fundamentales.
En realidad se trata de un tema que desde mediados de año ya se había platicado al interior de la CEAPP y se afianzó tras los hechos antes descritos. Por mediación de la secretaría Ejecutiva de la Comisión, supe entonces que luego de la reunión de septiembre con el gobernador la SSP había ofrecido a la CEAPP que esta la “apoyara” en la redacción de sus lineamientos sobre actuación policíaca.
En lo particular, me pareció una buena oportunidad de que la CEAPP pudiera involucrarse en la redacción de un documento relevante para fijar con mayor precisión conceptos y criterios de actuación policíaca, desde una perspectiva amplia y “unitaria”. Es decir, en aspectos importantes como la gradualidad en el uso de la fuerza, los límites en el uso de la fuerza, el respeto de derechos humanos y la interacción con periodistas y la coadyuvancia de la CEAPP en situaciones críticas que permitieran evitar y reducir conflictos.
Posteriormente este documento se remitiría a la SSP y esta decidiría finalmente su publicación, con el compromiso de que se tomaría en cuenta la redacción sustantiva o de lo contrario, la CEAPP no lo avalaría.
En diciembre del año pasado finalmente se dio en el Congreso del Estado la manifestación de periodistas durante la comparecencia del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, por los hechos ocurridos el pasado 14 de septiembre.
La protesta derivó en la creación de una Comisión Especial de Atención y Protección a Periodistas dentro del Congreso del Estado y ante el planteamiento de la CEAPP en el sentido de que se trabajaba en la redacción de los citados lineamientos, hubo la petición expresa de diputados locales de que se incorporara a un grupo de periodistas en la elaboración del documento.
Durante diciembre y enero de 2014 se realizaron un total de tres reuniones de trabajo con un grupo de periodistas, quienes opinaron e hicieron propuestas sobre el tema.
Algunas ideas fueron incorporadas –como el considerar falta grave el abuso de autoridad, las agresiones a periodistas y las restricciones ilegítimas a la libertad de expresión-, se quitaron palabras como “indicar” por “sugerir”, se cambiaron redacciones poco claras o que pudieran dar una margen de interpretación, sin embargo, no así otras “opiniones” o “percepciones”, sobre el ámbito legal de actuación de la autoridad. Por ejemplo, la creencia de algunos periodistas de que una autoridad no tiene facultad para delimitar un área por razones de seguridad en casos como operativos contra delincuencia organizada, el resguardo de una escena, ni tampoco capacidad para hacerle algún llamamiento en este sentido.
También hubo una confusión derivado de la anterior idea de que un periodista no puede cubrir una manifestación o un desalojo y los policías pueden impedirle, restringirle el paso o sacarlo del lugar. Señalé que se trataba de un temor infundado que no figura en ninguna línea del citado documento y por el contrario, una acción de ese tipo sería una restricción ilegítima a su labor como queda explícito en la redacción.
A pesar de ello hubo algunos periodistas que insistieron en esa postura y se retiraron de las reuniones. Otros expresaron que de cualquier manera no avalarían el documento.
Aunque entendí sus temores y desconfianzas, expresé que estas carecían de fundamentos, que no había una propuesta concreta jurídicamente soportada sobre algunas “percepciones”, y que en todo caso, sus derechos siempre estaban a salvo, con o sin lineamientos, dentro de un marco legal superior como es la materia penal, los derechos humanos, tutelados por organismos como la CEDH, la propia CEAPP, y el marco constitucional. Me pareció que la discusión se volvía bizantina.
Pero nunca ha habido ninguna intención malsana en este trabajo, ni dobles intenciones, ni maquiavelismos, ni arreglos oscuros con el secretario de Seguridad Pública sobre no sé qué interés mío o de la CEAPP de que continúen los abusos policíacos y las restricciones ilegítimas a la labor de los periodistas.
Si estos continúan no serán por culpa de los lineamentos –que son sólo eso, lineamientos, pues no tienen el valor de una ley ni de una Constitución-, sino por los abusos humanos y de las autoridades a la ley, para lo cual se podrán exigir las sanciones y penas correspondientes por la vía administrativa y penal.
Durante las reuniones manifesté claramente de que si los lineamientos finalmente publicados por la SSP no se correspondieran en lo sustantivo a lo planteado y a lo previsto por la ley, me deslindaría del mismo como creo que lo haría la misma CEAPP. E incluso, se buscarían nuevas vías para reforzar la obligación de las autoridades policíacas a respetar la ley y los derechos fundamentales, específicamente en el ámbito periodístico.
Hasta aquí el preámbulo sobre los polémicos lineamientos. En el post de este lunes abordaré los aspectos técnicos de los mismos y responderé inquietudes específicas.
