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Marcha de estudiantes en Xalapa termina en caos, destrozos y agresiones a periodistas
Texto y fotos Francisco De Luna
Xalapa, Ver.-Entre fuego, paredes rayadas, vidrios rotos, amenazas a la prensa y hasta una estatua arrancada, se desarrolló la manifestación de estudiantes y encapuchados en la ciudad de Xalapa la mañana de éste sábado.
Al término de la manifestación de los estudiantes de la facultad de Humanidades de la Universidad Veracruzana (UV), por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, Guerreroun grupo de encapuchados causaron destrozos en la sede estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ubicado en la avenida “Adolfo Ruiz Cortines” de la ciudad de Xalapa.
También arrancaron de la base al busto de Jesús Reyes Heroles, luego corrieron con él hasta la calle, ahí lo arrastraron, patearon, le dieron garrotazos y pedradas a un costado de las oficinas del partido que actualmente representa, Elízabeth Morales García.
La marcha comenzó desde la avenida Xalapa, frente a la Normal Veracruzana; el siguiente punto de concentración fue la plaza “Sebastián Lerdo de Tejada”, caminaron hacia el Ayuntamiento de Xalapa, donde con aerosol pintaron frases como “No somos todos, faltan 43”.
Luego se trasladaron hacia las instalaciones del Diario de Xalapa, un medio de distribución estatal al cual le destrozaron maceteros, rompieron ventanas; también lo pintarrajearon y le gritaron consignas.
La protesta fue para exigir justicia por el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. A su paso gritaban “esto es por ustedes”, mientras sus rostros estaban cubiertos por máscaras y pañoletas negras.
En sus manos llevaban palos, aerosol, piedras, resorteras e improvisados escudos de plástico; en todo momento se mostraban agresivos y retaban a quienes tomaban fotografías y video.
Al pasar frente el Instituto Nacional Electoral (INE), también apedrearon, rompieron cristales y les gritaban “bola de ratas los del INE, son corruptos”, “Gobierno fallido”.
El grupo de alumnos de Humanidades concluyeron la marcha en el Teatro del Estado “Ignacio de la Llave”, donde los encapuchados se dispersaron y se trasladaron hacia el PRI. En su trayecto rociaban pintura a las cámaras de vigilancia de oficinas.
Encararon a unos policías que resguardaban oficinas del Poder Judicial, ahí arrojaron pedazos de plástico y palos, pero de inmediato voltearon al PRI al cual comenzaron a romperle ventanales y golpear la herrería.
También arrancaron publicidad del Partido Revolucionario Institucional, a otros pendones les prendieron fuego, mientras que con la punta de los garrotes destruyeron los cristales y pudieron meter mano donde quemaron algunos objetos como tela y plástico.
La caseta de una cafetería, fue arrancada, así como el busto de Jesús Reyes Heroles que adornaba el acceso principal del PRI.
Las piedras eran arrojadas a las paredes, los vidrios caían a pedazos y el escándalo por gritos no cesaba en los alrededores de esta oficina que terminó con los aires acondicionados doblados y el reguero de objetos rotos.
LOS REPORTEROS BAJO RIESGO
La agresión cada momento se intensificaba, incluso contra los reporteros que cubrían la marcha “si veo que sacan rostros me los quiebro, cabrones”, era el mensaje de advertencia de los jóvenes encapuchados.
Los periodistas para poder dar cobertura a la manifestación, iban con cascos para evitar ser golpeados en los arrebatos de los manifestantes.
“Quienes no sean de la prensa, no se la van a acabar” lanzó la amenaza otra mujer de estatura baja y la cara completamente cubierta con telas en color negro; ella sostenía un palo y bote de aerosol.
Entre compañeros reporteros se coordinaban para no separarse del grupo “no vaya a ser que estén duros los trancazos”, decían y avanzaban entre el contingente del llamado “Bloque Negro” que se dirigía con coraje a la sede del PRI.