Contaminación de PEMEX afecta especies animales
Investigación revela que todos los anfibios y reptiles de la planicie del Golfo de México sufren diversos tipos de daños: UNAM
México.- Investigadores del Instituto de Biología (B) de la UNAM detectaron en sus monitoreos de la planice del Golfo de México que todas las especies de anfibios y reptiles que ahí habitan “se encuentran afectados por la contaminación que emiten las industrias petroleras y agropecuarias”.
En los estudios recientes, dice el doctor Víctor Hugo Reynoso Rosales, encontramos que las poblaciones de salamandras, ranas y Cecilias, por un lado, y tortugas, cocodrilos, lagartijas y serpientes, por el otro sufren diversos tipos de daños. “En el momento que hicimos los análisis, descubrimos que las explotaciones petroleras eran responsables de muchos de las afectaciones, pero las más significativas eran ocasionadas por la acción combinada de las industrias petrolera y agropecuaria”.
Al respecto, señala que en los cuerpos de agua hay focos de contaminación originados por los germicidas y acaricidas que aplican a las vacas lecheras, y herbicidas que se emplean para eliminar algunas especies de plantas no deseadas.
“Los anfibios se ven más impactados por los químicos que lanza la industria agropecuaria, que por los de la petrolera. Por ejemplo, vimos especies de ranas que saltaban tranquilamente en lugares llenos de chapopote”, indicó el herpetólogo.
Desde 1998 los investigadores de la UNAM analizan los efectos de la explotación petrolera en varios puntos del país. Los estudios comenzaron en el sur de Veracruz hasta el norte de Campeche, antes de la Laguna de Términos-, para establecer los daños en su flora y fauna. En 2002 se concluyeron y en 2005 se publicaron los primeros resultados sobre biodiversidad.
Meses después de que el análisis fuera concluido, Pemex abrió el parque ecológico Jaguaroundi, en la periferia de las instalaciones de sus complejos petroquímicos Cangrejera, Pajaritos y Morelos, al sur de Veracruz, y en 2011, el Tuzandépetl, en Ixhuatlán del Sureste, en el mismo estado.
Ahora, los investigadores llevan a cabo un constante monitoreo sobre esas áreas de alto impacto petrolero, explica Hugo Reynoso. “Pensamos que la causa de la pérdida de biodiversidad en la planicie del Golfo de México es la acción combinada de estas dos fuentes contaminantes, y no sólo una, de ahí que propongamos estudiar los efectos de ambas, Debemos abordar el problema en su totalidad, no de manera parcial”, aseveró.
A sus recientes estudios, se integró el parque ecológico Jaguaroundi, el cual, dice, que aunque está rodeado por complejos petroquímicos contaminantes que emiten ingentes cantidades de humo y olores fuertes, guarda una diversidad de especies muy rica, “Esperábamos hallar en su interior un intenso deterioro ambiental, sin embargo, todo parece indicar que bastaría que existan fragmentos o remanentes de vegetación suficientemente grandes para que las poblaciones de anfibios y reptiles se ”: mantengan bien. Es posible que esos j espacios absorban de manera eficiente los contaminantes y, por consiguiente, eviten que se alteren los hábitats específicos de anfibios y reptiles. Esto es algo completamente inesperado para nosotros”, admitió.
El proyecto que ahora desarrollan Reynoso Rosales y sus colaboradores, es el nuevo parque ecológico Tuzandépetl, donde encontraron una gran diversidad de especies.
{fcomment}
