La Secretaría de Estado del Reino Unido, Suella Braverman, en su búsqueda de desmantelar las leyes de refugiados ha enfrentado una ola de críticas luego de afirmar ante las Naciones Unidas que la convención de refugiados no debería proteger a mujeres y a la gente gay que enfrentan discriminación.
De acuerdo a la ministra del Interior casi 800 millones de personas podrían reclamar el derecho a trasladarse a otro país en virtud del convenio
La ministra estará hoy en Washington donde dará un discurso con la propuesta de desmantelas las leyes actuales que protegen a los refugiados, una regla apegada a las políticas del gobierno de Rishi Sunak y al partido Conservador.
El gobierno aprobó la Ley de Inmigración Ilegal porque quiere establecer el principio de que las personas que llegan ilegalmente al Reino Unido en balsas o botes inflables no tienen derecho a solicitar asilo. La nueva ley, aún no se ha aplicado porque va más allá de lo que permite la legislación internacional sobre derechos humanos, y estas cuestiones deben ser resueltas por el Tribunal Supremo.
Braverman hoy en su discurso en Washington hará una contrapropuesta: si el problema es el Derecho internacional, la Convención de 1951 de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados, cambiémosla.
De acuerdo al periódico The Guardian quien ha visto extractos del discurso con antelación, afirma que Braverman plantea un argumento provocador, basado en la teoría de que una convención elaborada hace más de 70 años no funciona hoy en día.
Este martes, ante un auditorio en Washington DC, la Alta Comisionada explicará que se ha producido un “cambio” en los requisitos para solicitar asilo, que han pasado de la “persecución” a la “discriminación”, un cambio que, según ella, ha permitido que millones de personas más puedan optar al estatuto de refugiado.