Con la salida de Felipe Calderón se cierran 12 años de gobiernos panistas, su marca del adiós se traduce en muerte, dolor y decepción.
La guerra contra el narcotráfico emprendida por su gobierno dejo una estela de caídos y violencia en el país, donde ningún rincón pudo escapar. De acuerdo al semanario Zeta, las muertes llegaron a 83 mil, pero la cifra real no se sabrá por mucho tiempo.
Veracruz no se salvó de este remolino de violencia y cada municipio se lleno de miedo, de muerte, de secuestros, de levantones, de tortura, de violencia. En el estado murieron 2 mil 677 personas, en 89 de los 212 municipios.
Ángel Ramos con su reportaje Saldo de Guerra va más allá de los fríos números y nos trae las historias. Cada muerto es llorado por una madre, por un padre, por una pareja. A alguien le faltan.
Sin embargo, la historia no se cierra con este adiós, el panorama del país y del estado no mejora. La violencia con sus rostros diferentes sigue al alza, secuestros, violaciones y robo con violencia. Diego Rincón se va a las estadísticas nacionales para ubicar la situación real de Veracruz.
Carmen Kahlo con su particular estilo, nos trae la crónica “Secuestro y asesinato, dos historias exprés”, la historia de Jorge y Amper ofrece un retrato fiel de como los jóvenes, blanco de la delincuencia, son también víctimas de esta guerra.
Otra cara de esta violencia son los crímenes cometidos contra migrantes, Rubén Figueroa, migrante también, relata la Historia de un secuestro, donde da cuenta de la forma de reclutar que inflige la delincuencia organizada a uno de los grupos más desprotegidos, los migrantes pobres de Centroamérica.
En esta ola de violencia y terror hacen falta los héroes que salven a la patria. Carmen Kahlo los descubre, aún con su antifaz y se da cuenta que no traen capa. Son los marinos, los que también quieren de vuelta a un México en paz.
Pero el crimen no siempre viene en sangre o lleno de balas, hay violencia cotidiana, de negligencia, de indiferencia como la del Hospital Civil de Veracruz donde después del dramático caso del bebé entregado en un galón, las mujeres, las futuras madres temen vivir la tragedia que otros ya pasaron.
También hay otras formas de matar, se puede asesinar con falsa caridad, con comida, con alimentos caducos que se dan a los pobres. Rosalía Hernández descubre el polémico caso de Maná, el banco de alimentos que vende las latas vencidas de corporaciones como Chedraui, Wal Mart, Costco.
Se asesina también con indiferencia. En la Reserva 4, un complejo escolar para casi 500 estudiantes, ubicado al norte del Puerto de Veracruz, fueron abandonados a su suerte. Padres, maestros y niños luchan contra el viento, la arena y la pobreza por estudiar, por tener y por dar lo que sus padres no tuvieron. Ángel Trujillo y los ojos de Félix Márquez nos asoman a esos bodegones convertidos en salones.
Desde la Patagonia, Argentina, nuestra entrañable Carolina González nos trae un relato cargado de 30 años. Un juicio contra ex militares y policías por torturas y desaparición forzada en un centro clandestino. Un guiño para nuestros muertos, los crímenes no quedan impunes.
Era llega así a su quinta edición, con la integración del talentoso caricaturista Bruno Ferreira que nos viene a mostrar otros “retratos de la realidad”.
Amigzaday López Beltrán
