CONTRASTES
Amigzaday López Beltrán
Las medidas coercitivas recién aplicadas por el gobierno de Veracruz, y la propuesta de reforma al código financiero que contempla un incremento del dos al tres por ciento del impuesto a la nómina (creado por el ex gobernador Miguel Alemán) da un mensaje claro: el gobierno de Veracruz está en aprietos financieros.
La declaración mega publicitada del titular de la Sefiplan, Fernando Charlestón, en su comparecencia de que no habría nuevos impuestos para el 2014 se viene abajo.
Pareciera que alguien se sentó a hacer números y descubrieron que las cuentas no dan, no ajustan y por ello, pese a la pública contradicción, urge hacer estos incrementos por “el bien de los veracruzanos”.
Ahora la justificación del aumento a los impuestos, de acuerdo con la exposición de motivos del mandatario estatal es que “el Gobierno de Veracruz ha visto la necesidad de adecuar su orden jurídico en materia tributaria, a fin de responder con mayor eficacia a las necesidades de la ciudadanía”.
Sin embargo, esta medida que es un hecho que será aprobada por los nuevos legisladores, en su mayoría priistas; pone más en aprietos la apretada economía del estado, de la que el Gobierno ha resentido y hecho notar en uno de los puntos más sensibles, su imagen.
Como se recordará desde hace algunos meses ante la falta de liquidez post electoral se hizo un recorte bastante grande a los medios de comunicación con los que tenían convenio, lo que de alguna forma los ha dejado expuestos a la crítica, pero como ellos lo argumentaron “era necesario”.
Sin embargo, ni ese recorte fue suficiente para darle un respiro a las finanzas del estado.
Por ello, los que nuevamente van a resentir la reforma al código financiero serán los empresarios del estado, quienes además de no ser pagados a tiempo por los servicios prestados al estado, y con ello tener el riesgo del pago del aguinaldo a sus trabajadores como hace poco lo anunciaron de manera pública, ahora deberán pagar más.
Hace menos de un mes, dirigentes de la Canacintra y Coparmex, Carlos Salvador Abreu y Octavio Augusto Jiménez, respectivamente, pidieron el pago del gobierno para poder, a su vez, pagar a los empleados y darles el aguinaldo respectivo con un adeudo que rebasa los 180 millones de pesos.
Las finanzas del estado y la gorda deuda de la que de acuerdo al segundo trimestre del 2013 la Sefiplan sólo reconoce cerca de 40 mil millones de pesos, pero que se estima, cercana a los 85 mil millones, es lo que realmente debiera a ocupar al mandatario estatal y a sus colaboradores, porque a mitad del camino este asunto sólo tiende a estar peor de lo que estaba.
COBROS COERCITIVOS.- La medida de congelar las cuentas de los veracruzanos deudores de impuestos estatales es extrema y urgente medida que pone en clara evidencia la crisis económica que atraviesa el estado.
La que también pone al gobernador Javier Duarte de Ochoa en la mira, nuevamente del huracán, por proponer medidas que caerían en lo ilegal al congelar cuentas y boletinar a los veracruzanos deudores.
Y es que de acuerdo con la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal 2014, se emitirán más de 42 mil requerimientos a personas físicas y morales deudoras del impuesto sobre tenencia o uso de vehículos y se planean llevar a cabo mil 186 auditorías.
La Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal 2014, que se encuentra en análisis en el Congreso del Estado, contempla solicitar la inmovilización de cuentas bancarias de los veracruzanos, aseguramiento de fondos y, en su caso, la transferencia de recursos en favor del fisco, tratándose de créditos fiscales firmes y exigibles.
También se busca incrementar el cobro coactivo contra los veracruzanos, en coordinación con las Oficinas de Hacienda, por medio del Procedimiento Administrativo de Ejecución.
El Gobierno de Javier Duarte de Ochoa proyecta boletinar a las Sociedades de Información Crediticia a los veracruzanos deudores del impuesto sobre la tenencia de vehículos, o que tengan créditos fiscales pendientes de cubrir.
El vendaval apenas viene.
¿Será? Los secretarios de despacho, amigos de Javier Duarte, se autopegan para evitar que uno rebase a otro en los afectos por las elecciones del 2016.
¿Será? Que el titular de la SSP, Arturo Bermúdez, también se apunta para la sucesión.
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