Hasta dónde nos puede llevar el amor por los animales…
La mano izquierda me punzó todo el día… alrededor de la herida, un aura roja la acompaña. En mi pulgar, una “V” de “venganza”, “violencia”, “victoria” o lo que sea, es como un tatuaje de sangre seca. Es el recuerdo de aquel gatito que maullaba desesperado en la calle; es del vecino pero estaba muy lejos de su casa. Un silbido y le pido a Harry, que va varios metros delante de mí, que detenga su marcha.
Mientras, llamo al minino, quien acude a mí y deja que lo arrope en mis brazos. Le pregunto qué hace lejos de su casa y tomo camino hacia ella. Me percato que Harry alzó las orejas en señal de alerta.
No me preocupo. Harry es incapaz de hacerle daño al felino, y continúo a su encuentro. De repente, siento a Harry que brinca para olfatear al gato, quien al ver a mi perro, se enfuruña. No es la primera vez que agarro a un gato con miedo así que una de mis manos ya sujetó sus patas delanteras mientras que las traseras rasguñan mi suéter.
Le pido a Harry que se calme pero los maullidos del minino con sus “¡Fzzz!” lo alteran; un brinco más y entonces siento un colmillo enterrándose en mi mano. Suelto al gato con un quejido de dolor.
Todo mundo sale corriendo: El gato, rumbo a su casa; Harry, unos cuantos metros atrás de él, hasta que con un grito, lo detengo; un chorro de sangre que aumenta más ante la presión que ejerzo en la herida… Me duele la mano… pero es el precio de mi amor por los animales.
II
Cada vez que pasamos cerca, me recuerda a las clásicas casas viejas que encierran nada más por su aspecto, historias terribles, escalofriantes, de espantos… pero su aspecto está más alejado de aquellos caserones “Amityvillescos”.
Es un centro nocturno llamado Sodoma. Por eso, cada vez que pasamos por allá, me cuenta la Mujer que dicen que allí hay sexo explícito como espectáculo… Sí, nos quedamos en el “Dicen”… pero no sé si ya por la edad, o después de haber escrito nuestro propio “ChavaSutra”, optamos por pasar de largo y siempre repetir la misma historia a quien nos acompaña en el carro… “Dicen…”
Pues el centro nocturno Sodoma fue noticia en las redes sociales por un anuncio que difundió por dicha vía: “Sodoma, table mix.
ZOOFILIA SHOW. 14 y 15 de Noviembre. Con Vaquero y Kimberly. Botellas 2 x 1 de 11 a 1 y de 5 a 7 am. 22 81822826. Lázaro Cárdenas 58 junto al Fogón do Brasil”. (La publicidad corre por mi cuenta).
Entre los comentarios que se dieron al respecto, fue de personas que rechazaban la parafilia o el bestialismo y hubo por allí uno que demandaba la actuación del Gobernador. También hay quien citó que en ese lugar, “dicen” que hacen chingaderas.
III
Bueno, tanto fue el escándalo, que las autoridades tuvieron que atender el llamado o reclamo de los ciudadanos y los dueños o gerentes de Sodoma, igual, respondieron… ¿un ardid publicitario? Bien pudo serlo…
Pero la respuesta de Sodoma fue ésta:
“Show zoofilia! Se espantan por el simple nombre! Si realmente quieren ayudar a todos esos animales háganlo de diferente manera! Nosotros sólo damos un espectáculo… ¿O sea que si promociono un show de matanza me van a atacar porque voy matar personas?
Agradezco a esas personas que se oponen a este show por la publicidad gratis que me hacen. (…) Y para todos esos espantados. el ‘flayer’ no dice con qué animales, dice Vaquero y Kimberly! Los invito a que vengan y se den cuenta de qué trata el show!”
Aclaran líneas adelante que Vaquero y Kimberly se disfrazan de animales, un caballo y una yegua, para hacer el show… por supuesto, pasa de “Zoofilia” a quizás un juego erótico arañando el sadomasoquismo… bueno, habría que verlo para juzgarlo mejor…
IV
Las redes sociales, poco a poco, van suplantando el papel de los impresos. El valor que se le daba a lo plasmado en un periódico estaba tasado por dos puntos: Se le daba valor de “Verídico” y hasta como “Documento” que bien podía ser sustentado con la siguiente frase: “porque lo dice el periódico”.
Hoy, basta un ardid publicitario para llevar al cadalso a un centro nocturno que juega con las palabras. Claro, hay publicidad gratis, sea buena o mala, aplica la máxima: “Mientras hablen de ti, no importa”.
Y sí, debo confesar que cuando vi el anuncio, me indigné, más porque entre los promocionales, hay una foto de una mujer con un perro que acusa “bestialismo” pero opté por preguntar para calmar mis ansias de matador contra Sodoma, a sabiendas de que por mi amor por los animales ya había sido mordido una vez, pero dos “mordidas” en una semana, no lo iba a permitir.
¿Qué lección nos deja esto? Tres cosas:
1) Si rescatas a un gatito, procura no tener a tu perro a un lado para evitar ser arañado y mordido.
2) No todo lo que aparece en las redes sociales debe ser tomado como cierto…
3) Es posible que muchos pervertidos denuncien a Sodoma ante la Profeco ¡por publicidad engañosa!
smcainito@gmail.com
