El caso se enreda más. Los siete ocupantes del avión mexicano, destruido el pasado lunes por militares en Venezuela, presentaron identidades falsas para abordarlo, confirmó la Secretaría de Gobernación.
La aeronave despegó desde Querétaro y a partir de allí se le perdió el rastro en México, hasta aparecer el pasado lunes por la noche, cuando fue forzada a aterrizar y el aparato fue incendiado en tierra por militares venezolanos.
Apenas el viernes por la tarde, el secretario de Gobierno de Querétaro, Jorge López Portillo Tostado, reveló los supuestos nombres de los pasajeros del avión, para que unas horas después el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, confirmara que eran falsos.
“Para abordar el avión toda la información que dieron es falsa. Presentaron credenciales falsas los propios pilotos”, dijo el titular de Segob en entrevista para Radio Fórmula.
“Eso ha dificultado tener mejores o mayores datos, y por supuesto que estamos ya en comunicación con el gobierno de Venezuela para lograr saber primero quiénes iban, si eran mexicanos y ver si había algún vínculo con la delincuencia”, expuso.
“Pero la dificultad comienza cuando los que abordaron el avión llevaban todos identidades falsas”, insistió.
Indicó que el lugar donde la aeronave fue obligada a aterrizar estaba lejos del puesto militar que se encargó del caso, por lo que “se tardaron un poco y eso dio oportunidad para que los que iban a bordo pudieran desaparecer”.
Los ocupantes se identificaron como Carlos Alfredo Chávez Padilla (piloto), Mauricio Pérez Rodríguez (copiloto), Isaac Pérez Dubond, Susana Bernal Rivas, Adriana Gesabel Cruz Méndez, Sergio David Franco Moga y Manuel Eduardo Rodríguez Benítez.
El gobierno de Venezuela aclaró ayer a la cancillería mexicana que los ocupantes del avión, para servicio privado, abandonaron la aeronave antes de su “inhabilitación”. La aeronave fue incinerada por militares venezolanos una vez fue localizada y se le vinculó a actividades de narcotráfico