La exhibición del video en el que departen amablemente en un restaurante, chelas de por medio, clima agradable, pocos vehículos y transeúntes que ahora se sabe fueron en un apacible poblado michoacano, el hijo del ex gobernador, Rodrigo Vallejo y el señor Servando Gómez Martínez, alias La Tuta, uno de los meros jefes de los Caballeros Templarios, logró poner en regresión de nueva cuenta a los poderes públicos e hicieron estremecer a todo el estado mexicano.
La Tuta sigue en las andadas escurridizo como es, no obstante tener encima toda la inteligencia policiaca y militar en pos de su esperada detención, que, dijo el comisionado del gobierno federal Alfredo Castillo, era cuestión de días llegar hasta él quizá también vivo o muerto.
El joven Rodrigo Gerardo Vallejo Mora está ahora preso por orden de un juez federal acusado de encubrimiento por ese fraternal encuentro y si los serios problemas de salud de su padre, el exgobernador Fausto Vallejo Figueroa –otrora apreciado por el presidente Enrique Peña Nieto- , no le causaron un deceso, el ver a su hijo descubierto lo dejan a metros bajo tierra en lo que corresponde a su imagen política por ese video de 18 minutos dado a conocer por la agencia de noticias Quadratín.
En aquel entonces el buen Rodrigo cuenta a La Tuta que en ese estado del sur hay tres gobernadores, su padre, Jesús Reyna y el comisionado Castillo, aun cuando bien a bien la pregunta es cómo fue gobernado y cómo se gobierna en ese territorio con recursos naturales, uno de los puertos más importantes del océano Pacífico en el continente, agricultura de avanzada, agroindustrias, ganadería de registro, madera, minería, turismo, cultura ancestral, en fin; también cultivo de estupefacientes, laboratorios, tala ilegal, contrabando, uno de los máximos con registro de migrantes a Estados Unidos o a otras partes del país.
Riqueza y pobreza unidos -dónde hemos oído eso- fenómeno exacerbado desde la consolidación de los grupos de narcotraficantes, primero la Familia Michoacana y luego los llamados Caballeros Templarios hace cuando menos tres décadas.
El exgobernador Fausto Vallejo no sólo era muy allegado a Peña Nieto. Alfredo Castillo siempre confió en él al empezar el programa de recuperación y de neutralización de los distintos grupos delincuenciales, al grado que hemos visto caer políticos con Jesús Reyna García, quien fuera mandatario por un periodo de siete meses cuando Fausto Vallejo estaba en plena atención de salud.
Hoy estamos de nueva cuenta a empezar de cero, seguramente hay más personajes implicados en esta red de contubernios en el que los poderes públicos locales han tenido que lidiar, por conveniencia, convivencia o temor, con estos grupos con un alto poder de influencia en muchos ámbitos, ni se diga en los económicos y sociales. En quién confiar pues.
Atraque 1: Vaya asunto el de las Villas de los juegos Centroamericanos y del Caribe a celebrarse en Veracruz en noviembre entrante. Son seis mil atletas de 31 países que vendrán por 20 días a hospedarse en hoteles, ojalá la logística sea impecable.
Atraque 2: Las leyes secundarias de la reforma energética fueron promulgadas el lunes 11 por parte del ejecutivo federal. Lo relevante es la respuesta a la aplicación de las mismas, con estricto apego a derecho y extremos cuidados con las enormes y poderosas empresas extranjeras que ya tienen la mirada en crudo, gas y petroquímicos.
