Los asistentes cargan banderas nacionales teñidas de negro en señal de luto, así como pancartas con las leyendas “¡#ya me cansé de este pinche gobierno!”, “¡#renuncia EPN!”, “¡No más violencia, muertos o desaparecidos!” y “¡Fuera granaderos de la UNAM!”.
México, DF. Cientos de personas, en su mayoría estudiantes de escuelas publicas como la UNAM y el Politécnico, marcharon desde la glorieta del Ángel de la Independencia en apoyo a los familiares de los 43 normalistas desaparecidos, y aunque tenían como destino el Zócalo capitalino, la manifestación se desvió hacia el Monumento a la Revolución.
Los asistentes cargan banderas nacionales teñidas de negro en señal de luto, así como pancartas con las leyendas “¡#ya me cansé de este pinche gobierno!”, “¡#renuncia EPN!”, “¡No más violencia, muertos o desaparecidos!” y “¡Fuera granaderos de la UNAM!”.
Al grito de “¡Vivos se los llevaros, vivos los queremos!”, universitarios y familias enteras con sus hijos continúan llegando a este lugar para participar en la manifestación que exige la aparición con vida de los normalistas de Ayotzinapa.
También se anunció la participación de algunos estudiantes de la propia Escuela Normal Rural Isidro Burgos.
Al recorrido se sumaron estudiantes de la UAM y la activista Norma Andrade, del colectivo Nuestras Hijas de Regreso a casa.
A la altura de la Glorieta a Colón, en Paseo de la Reforma, la multitud se desvió hacia el Monumento a la Revolución, ya que, de acuerdo a los asistentes, la plancha del Zócalo “está tomada por elementos del Estado Mayor Presidencial”.
Antes, a la altura de la avenida Insurgentes muy cerca del Senado de la República, un grupo de jóvenes con el rostro cubierto comenzó a realizar pintas, a pesar de que una señora los enfrentó y les gritó que la marcha es pacífica y si querían estar en el contingente no hicieran desmanes. El regaño no importó a ese grupo de manifestantes, que continuó con su acción.
Activistas de distintos colectivos por la diversidad sexual se sumaron a la marcha, la cual está siendo monitoreada por funcionarios de la Dirección General del Programa de Presuntas Personas Desaparecidas y del Programa de Atención a Víctimas del Delito de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).