El trueque se da entre los padres de familia, quienes aceptan por sus hijas parcelas, ganado, cervezas y hasta kilos de azúcar, reveló Elizabeth Nolasco Rodríguez de la Asociación Civil “Intermedios”
Xalapa, Ver. (RadioVer/Zuehy Ortega/Francisco De Luna).- En nueve municipios del estado de Veracruz prevalecen los matrimonios forzados y el intercambio de niñas. Este año la asociación civil “Intermedios” detectó casos hacia la zona sur de la entidad.
El trueque se da entre los padres de familia, quienes aceptan por sus hijas parcelas, ganado, cervezas y hasta kilos de azúcar, reveló Elizabeth Nolasco Rodríguez de la Asociación Civil, quien destacó que los matrimonios forzados siguen siendo una realidad en municipios como San Andrés Tuxtla, Hueyapan de Ocampo, Soledad Atzompa, Tehuipango, Atlahuilco entre otros.
Matrimonios forzados en nueve municipios de la entidad veracruzana y venta de niñas y adolescentes son los casos detectados.
En conferencia de prensa en las instalaciones de la Comisión para el Desarrollo de Pueblos Indígenas (CDI), señaló que aunque el asunto sigue siendo velado, todo el mundo lo sabe, pero nadie lo acepta.
“Al tener contacto con las chicas ellas nos mencionan y nos cuentan que su matrimonio fue forzado, aunque ellos no lo toman como tal”, explicó.
Señaló que en estos nueve municipios ubicados en zonas indígenas se detectaron por lo menos cinco casos en cada uno de matrimonios forzados en adolescentes, quienes literalmente fueron comercializadas por sus familias o fueron víctimas del trueque.
“A través de la acciones de difusión de Salud Reproductiva y Sexual en ciudades con poblaciones indígena que se realiza con el apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en Veracruz, se espera disminuir esta incidencia”.
Elizabeth Nolasco destacó que a pesar de esta negociación las chicas no lo asumen como un acto de violencia hacia sus derechos humanos, sino como una forma de ayuda para su familia.
De hecho aseveró que cuando se les pregunta al respecto la respuesta de las mujeres de comunidades indígenas es que “gracias a mí le dieron una vaca, una parcela, kilos de frijol y hasta azúcar, esa es la realidad a la que se están enfrentando mujeres adolescentes en las comunidades”.
Consideró que estos usos y costumbres son aceptadas por las mujeres indígenas debido al desconocimiento sobre sus derechos humanos.
Lo anterior deriva también, finalizó, en que no exista una denuncia sobre la problemática que ha rebasado a la sociedad y a los gobierno.
