“¿Usted sabe cuántos muertos hubo?”, pregunta Alan, un hondureño de 30 años que venía trepado en “La Bestia” hace dos días, cuando un grupo de criminales empezaron a tirarlos del tren y a dispararles por no pagar la cuota de 100 dólares.
Alan revisa un periódico local con asombro, en la primera plana está la foto de un muchacho ensangrentado, era uno de los amigos que hizo en el camino hacia el norte.
“Este muchacho yo lo conozco, tiene nada más 19 años, le dispararon en la pierna, nosotros nos lo encontramos y lo ayudamos, le pusimos un torniquete para que no se desangrara (…) muchos no tuvieron esa suerte, yo vi cuerpos tirados, yo vi cuando le dispararon a una mujer en la cara”, dice el migrante con convicción.
El hondureño viajaba en los últimos vagones del tren, conforme la velocidad empezó a disminuir escuchó gritos que venían desde el frente de la larga hilera de cajas de acero, luego comenzó a vislumbrar cuerpos ensangrentados tendidos a la orilla de la vía.
“Nosotros no sabíamos que estaba pasando, pero cuando vinieron los balazos decidimos tirarnos del tren, ahí fue cuando a lo lejos vi clarito como le dispararon en la cara a la mujer y luego como se fue para atrás”, recuerda.
Hasta ahora las autoridades no han confirmado muertos derivados del ataque, pero los que viajaron en ese tren están convencidos que varios de ellos murieron esa tarde cuando salieron de Coatzacoalcos con la esperanza de una vida mejor.
Al menos 20 migrantes víctimas del ataque armado al tren en Cosoleacaque se entregaron al Instituto Nacional de Migración para ser repatriados pues consideran que el camino es peligroso y no vale la pena arriesgar la vida para llegar a Estados Unidos.
“Con lo que me tocó vivir ya no me quedan ganas de seguir, por eso prefiero regresarme a mi país, allá hay pobreza pero al menos no estoy temiendo la muerte cada momento que pasa”, dijo Yahir Maldonado Rodríguez, hondureño de 21 años.
El joven migrante relató que el miércoles por la tarde, a pocos minutos de dejar Coatzacoalcos con rumbo a Medias Aguas, aproximadamente 15 hombres que viajaban en el tren, infiltrados dentro de un nutrido grupo de centroamericanos, comenzó a atacarlos.
Los individuos les exigían el pago de 100 dólares para continuar el viaje a bordo de “La Bestia”, varias personas que no pudieron entregar la cantidad fueron heridas y luego arrojadas del tren, explicó.
“A mi primo incluso lo balearon, él se llama Heladio Chávez y tiene 19 años (…) nosotros vimos que empezaron a tirar a la gente, cuando el tren empezó a parar nos tiramos y salimos corriendo, yo no me lastimé, pero mucha gente sí.
“De ahí escuchamos balazos y salimos corriendo para el monte, ahí nos escondimos como por dos horas, teníamos mucho miedo (…) yo por eso me voy a regresar para no seguir corriendo riesgos”, manifestó.
Vicente Fabian Casavón, encargado del albergue para migrantes de Acayucan, indicó que al menos 160 personas que viajaban en el tren asaltado fueron llevadas a ese lugar para ser atendidas.
“Llegaron en la madrugada (del jueves) cuatro camiones llenos, llegaron custodiados por elementos de la Policía, del Grupo Beta y del Ejército, parecía una guerra”, expuso Fabian Casavón.
Mientras que algunos de los centroamericanos pidieron repatriación voluntaria, otros señalaron que continuarán el viaje a la frontera norte sin importar las consecuencias.
“Ya hemos sufrido mucho, ya hemos corrido muchos riesgos, gracias a Dios estamos bien y hay que seguirle, para atrás ni un paso”, expresó Wilson Fune Cruz, hondureño de 31 años.
Cristian Arteaga Navarro tiene 16 años y pese al infierno que dice vivió al bordo del tren está dispuesto a seguir el viaje hacia Estados Unidos.
El muchacho originario de Honduras salió de su casa sin permiso hace dos semanas, allá dejó la pobreza de su casa de barro con la esperanza de mirar los edificios altos de Atlanta, la urbe a la que espera llegar.
“Pues ya Dios decidió que ayer no me pasara nada, yo me tiré del tren y me golpeé muy duró pero no me pasó nada, eso lo vi como una señal y yo confío en Dios y confío que nada me va a pasar, por eso voy a seguir”, relató el joven.
