Kilómetros de humo invaden al norte veracruzano. En más de 50 municipios tiene lugar la quema “controlada” de gas, que mantiene en incertidumbre a los pobladores. Hoy, Poza Rica es la ciudad más contaminada del norte veracruzano y enciende la alerta roja por la salud de los habitantes. Profepa y Semarnat sólo se tapan la nariz
FRANCISCO DE LUNA GAONA
El humo renegrido que emana del Complejo Procesador de Gas (CPG) y un cielo rojizo por las noches, son la constante en el paisaje de Poza Rica, la ciudad petrolera.
La obscura columna se extiende por varios kilómetros en la región abarcando a municipios como Coatzintla y Tihuatlán; en ocasiones las emanaciones son más densas y de color oscuro, lo tiene en la incertidumbre a sus pobladores desde hace más de un año. El humo ya no se fue.
El aire que se respira en Poza Rica es el más contaminado de los 50 municipios del norte veracruzano, derivado por los altos niveles de concentración de gases como monóxido de carbono, nitrógeno, ozono y radiaciones.
El catedrático e investigador de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana (UV), Sergio Natán González Rocha, señala que estas sustancias son generadas principalmente de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Comisión Federal de Electricidad (CFE), automóviles y la congregación de industrias dentro y fuera de la ciudad.
Diversos investigadores, ambientalistas, alumnos, catedráticos, funcionarios municipales y ciudadanos han mostrado interés y preocupación por la situación que atraviesa el entorno ecológico de Poza Rica y los municipios circunvecinos.
PROFEPA Y SEMARNAT, SE TAPAN LA NARIZ
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) no han intervenido para investigar las emanaciones de humo causado por la quema de petróleo en el Complejo Procesador de Gas (CPG) Poza Rica, que se esparcen sobre la ciudad.
Pascual Ortega Galindo, regidor de Ecología y Medio Ambiente, aseveró que las dependencias federales para la protección del entorno ecológico no han actuado para llevar a cabo investigaciones sobre las supuestas “quemas controladas” por parte de Pemex.
Es una contaminación permanente, considera el edil al reiterar: “no hay momento en que no se observen las fumarolas… están en todas partes de esta ciudad petrolera”.
En los comunicados que ha enviado el departamento de Comunicación Social de Pemex, se destaca que el envío de gas al quemador forma parte de la cadena productiva del Complejo para asegurar la continuidad de los procesos. El que se quema es un gas tratado, que no contiene compuestos de azufre y no provoca la denominada lluvia ácida.
Mensualmente, el CPG notifica a las autoridades competentes sobre las quemas controladas, que son efectuadas por personal capacitado, utilizando tecnología de punta, por lo que no deben ser motivo de alarma para la población, destaca en algunos párrafos el boletín de prensa.
A CERRAR PUERTAS Y VENTANAS
El humo de las instalaciones del Complejo Procesador de Gas afecta directamente a ocho colonias de Poza Rica: Morelos, Granjas, Ignacio de la Llave, División de Oriente, Tajín, Ricardo Flores Magón, Varita y la zona centro de la ciudad.
“En ocasiones toda esa humazón baja y cubre las calles de estas colonias, se ve todo nublado y créanme que es difícil vivir así, pero qué le hacemos. No podemos acudir a las autoridades, porque sólo nos dicen que no tienen competencia para intervenir”, refiere don Arnulfo de la Fuente, vecino de la colonia Morelos.
Arnulfo al igual que su familia, cada vez que ocurren las emanaciones, ellos como el resto de los vecinos sólo tienen la posibilidad de cerrar puertas y ventanas para que el humo, que consideran tóxico, no se introduzca a los domicilios.
Los colonos en constantes ocasiones han reportado malestares, como irritación de ojos y garganta, sobre todo cuando las “quemazones” en el CPG son de mayor intensidad.
Pemex solo responde con comunicados y niega que las emanaciones puedan causar enfermedades o contaminar el entorno ecológico de la ciudad.
HASTA EL VIENTO TIENE MIEDO
A pesar de las justificaciones que hace reiteradamente la paraestatal, los especialistas en el tema determinan que no es aceptable la alteración al medio ambiente y menos, convertir a sus paisajes en escenas contaminadas.
Los investigadores explicaron que las sustancias contaminantes no sólo se concentran sobre el cielo de Poza Rica, también se esparcen hacia Papantla, Coatzintla, Cazones de Herrera y Tihuatlán, por lo que en esas localidades se desarrollarán estudios para conocer el impacto ambiental que están sufriendo.
La contaminación del aire es un problema serio y en Poza Rica se vislumbra como una capa “grisácea”, según han determinado los estudios realizados. El municipio tiene la escala amarilla y ámbar, indicadores de atención en la realización de actividades industriales por el impacto y la vulnerabilidad en la salud de los ciudadanos.
La preocupación por las emanaciones de humo, principalmente de la industria petrolera, ha originado que surja el interés de efectuar la segunda fase de investigación de la calidad del aire en seis colonias de Poza Rica, que durará dos meses.
La finalidad es conocer los impactos de la industria, el transporte y el uso de combustibles que emiten material particulado, por lo que se apoyarán con el “Laboratorio Móvil para Monitoreo de Contaminantes Atmosféricos”, indicó Natán González Rocha, investigador de la UV.
Iniciarán en las inmediaciones de la facultad de Ingeniería en Ciencias Químicas de la UV, luego en la colonia Morelos, Tepeyac, Palma Sola, Benito Juárez y la zona céntrica, siendo los sitios catalogados como los más afectados por las fumarolas.
El laboratorio está integrado por una estación de variables climáticas, cuatro analizadores de gases, un medidor de partículas, un equipo de calibración de contaminantes, registrador de datos, lo que permitirá conocer con mayor detalle el tipo de aire que se respira en Poza Rica.
CIELO ENROJECIDO
Los contaminantes que se analizarán son el ozono, gases de nitrógeno, azufre, dióxido y monóxido de carbono, así como material particulado (PN10), elementos que fueron detectados en la primera investigación efectuada en 2010.
Fue hace dos años cuando se determinó que el aire en Poza Rica estaba en “alerta roja”, al alcanzar la escala 150 del índice Metropolitano de Calidad del Aire (IMECA), lo que significa que es perjudicial para la salud de los habitantes de este municipio, ubicado en el norte del estado de Veracruz.
Desde hace poco más de un año, en el CPG Poza Rica, se realizan procedimientos de desfogue: enviar gas al quemador de fosa, lo que implica que las flamas se extiendan varios metros y originen resplandor en color anaranjado y tonalidades rojas que se aprecian en distintos puntos de las localidades cercanas.
El edil de Medio Ambiente, Pascual Ortega Galindo, comentó que a principios de la administración municipal se trasladaron a las oficinas de la PROFEPA y SEMARNAT en México para exponer las condiciones en las que se encuentra la ciudad de Poza Rica por las constantes quemas que se realizan en instalaciones de la paraestatal.
“PEMEX no se preocupa por la gente de Poza Rica, y lo único que busca es su beneficio”, dijo un tanto molesto Ortega Galindo quien durante el tiempo que ha estado al frente de la regiduría sólo ha hecho una denuncia ante estas dependencias federales sobre la quema dentro del CPG, pero sólo ha recibido como respuesta: no hay solución.
Los ambientalistas concluyeron que las más de cien mil unidades motrices que transitan en esta ciudad petrolera se han convertido en los factores más apremiantes, así como la cortina de humo que sale del Complejo Procesador de Gas derivado de la realización de pruebas y ajustes de operación como consecuencia del incremento de gas amargo proveniente de diferentes pozos en la región.
*Periodista en la zona norte del estado. Estudió Ciencias de la Comunicación. Habla la lengua totonaca. Ha dado primicias como el “Túmin”, en Espinal, Veracruz lo que atrajo a medios de comunicación nacional, así como el hallazgo de piezas arqueológicas en la ciudad de Poza Rica, modificando la cronología de la ciudad de 1830 a 800 D.C
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