Para expertos de la AMAC de aprobarse esta propuesta pondría en peligro la estabilidad económica y social del País en el mediano y largo plazos
Cd. de México (reforma.com).- Con la propuesta de eliminar la deducción de las aportaciones de empresas a fondos de pensiones y jubilaciones, como contempla la iniciativa de reforma hacendaria, se desincentivaría su creación y promovería la desaparición de los ya existentes, alertaron especialistas.
Para expertos de la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores (AMAC), de aprobarse esta propuesta pondría en peligro la estabilidad económica y social del País en el mediano y largo plazos.
Aseguraron también que con este plan se corre el riesgo de que desaparezcan los fondos para el retiro.
Según la fracción VII del artículo 29 de la Ley del ISR vigente, son deducibles las aportaciones que realizan las empresas para la creación o incremento de las reservas destinadas a fondos de pensiones o jubilaciones complementarias a las que establece la Ley del Seguro Social.
Así como también las primas de antigüedad en los términos de la misma ley.
Este régimen implica un gasto fiscal, toda vez que permite a las empresas anticipar una deducción por los pagos que se realizarán en un futuro a los trabajadores y en consecuencia diferir el pago del impuesto.
Con el fin de evitar la erosión de la base del ISR empresarial y procurar la simetría del impuesto, el Ejecutivo Federal considera que las aportaciones que realicen las empresas a los fondos de pensiones y jubilaciones, complementarias a aquéllas que son obligatorias por ley, deben sujetarse a la estructura normal del impuesto.
Es decir, dichas aportaciones deben deducirse en el momento en que la empresa realice una erogación real a favor de sus trabajadores.
De acuerdo con fiscalistas y Jorge Servín, presidente de la AMAC, creen que esto en la práctica es eliminar la deducción de los fondos de pensiones.
Coincidieron en que la propuesta del Gobierno es que al crear el fondo de pensiones y aportar a un fideicomiso no se haga la deducción.
Ésta se haría cuando se pague al trabajador, por lo que al no estar etiquetado el dinero surge la amenaza de que el patrón haga lo que quiera con él.
Una situación como esta implica la posibilidad que no haya recursos cuando el empleado se jubile.
Francisco Macías, ex presidente de la Academia de Estudios Fiscales, comentó que con la propuesta de la Ejecutivo desaparece en la práctica la deducibilidad porque no habría incentivos para crear fondos de jubilaciones.
Actualmente, las empresas aportan 20 o 30 años y al ser deducible el ISR cada año, se garantiza que el trabajador cuente con sus recursos al jubilarse porque está etiquetada la prestación, con lo que se asegura el pago del impuesto al fisco.
Con ello nace el riesgo de cancelación de la garantía para el empleado y, en consecuencia, del impuesto retenido a favor del Gobierno, explicó Macías.
Ante lo inadecuado de las pensiones provenientes de la seguridad social, se eliminan los incentivos para que las compañías establezcan planes complementarios de pensiones y se limitan los incentivos para que las personas ahorren para su retiro, concluye la AMAC.
La AMAC afirma que los fondos de pensiones representan cerca de 3 por ciento del PIB, cifra disponible a octubre del año pasado.
