El ex policía comunitario recibió la información por integrantes del “escuadrón suicida”. Las autoridades sabían hace tres meses, pero no han hecho nada porque la zona estaría controlada por la delincuencia
Redacción
El ex coordinador de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC-PC), Eliseo Villar Castillo, líder de la CRAC-PC, aseguró que los restos de los estudiantes se encuentran en la localidad de Linda Vista, en San Miguel Totolapan, Guerrero en México, información proporcionada por tres presuntos asesinos parte del “escuadrón suicida” con quienes estuvo en la cárcel.
Informó que comunicó hace tres meses sobre la posible ubicación a las autoridades, pero no han hecho nada para dar con el paradero de los estudiantes porque la zona estaría controlada por la delincuencia organizada.
A unos días de haber dado a conocer la ubicación de los cuerpos de los estudiantes, pidió seguridad para él y su familia, porque teme por su vida luego de que hubo un atentado frustrado después de encontrarse con el subsecretario de la Comisión de la Verdad para esclarecer el caso Ayotzinapa, Félix Santana, quien ha dilatado recibir la declaración ministerial y buscar los cuerpos de los jóvenes en la ubicación dada a conocer por los presuntos autores materiales.
“Es urgente ir a la ubicación y buscar a los estudiantes, tengo temor de que extraigan los cuerpos de los jóvenes. No sé cuál es el pretexto para no acudir al lugar de los hechos y que no nos quieran tomar la declaración ministerial”.
En una entrevista exclusiva con el medio El Faro de la Costa Chica, reveló la ubicación exacta dada e informó que tanto él como los integrantes del “Escuadrón Suicida”, fueron golpeados y amenazados de muerte para que no revelaran información sobre los estudiantes, lo que también les hizo permanecer en silencio por varios años.
“Recibimos muchas amenazas por las autoridades y personas con interés en el tema, por eso más de una ocasión dieron información falsa a las autoridades, para evitar que sus familias también fueran agredidas”.
Precisó que los restos de los estudiantes desaparecidos se encuentran a inmediaciones de la localidad de Linda Vista, ubicada a poco más de 52 kilómetros al norte de la cabecera municipal de San Miguel Totolapan, en la región de la Tierra Caliente en el estado de Guerrero, México.
A nueve años del asesinato de los 43 estudiantes en Iguala, Guerrero, uno de los municipios más peligrosos y violentos de la zona norte del país, considerada la plaza más disputada donde convergen varias organizaciones criminales provenientes de Michoacán, que han controlado la ruta de los principales pueblos de la Tierra Caliente, los familiares de los estudiantes siguen exigiendo encontrar los cuerpos y responsabilizan al Ejército
Villar Castillo explicó que quienes le dieron la información fueron “tres ciudadanos que participaron directamente en el caso, entonces no puede haber duda”.
“(…) Los muchachos fueron trasladado a un lugar donde los enterraron. De Iguala se los llevaron en el autobús ya asesinados a los muchachos, desde el momento en que se los llevaron”, afirmó.
AUTORIDADES TIENEN LA INFORMACIÓN DESDE HACE TRES MESES
Villas Castillo informó que le dio a conocer la ubicación a las autoridades desde hace tres meses, pero el abogado, Vidulfo Rosales Sierra, le reclamó por haber filtrado la información de la supuesta ubicación de los normalistas.
“Yo le comenté que tres meses tuvieron la información en sus manos y no pueden hacer nada, cuando ya teniendo esa información, el día 24 de agosto trazan 43 días de búsqueda y no toman en cuenta esa información, lo que me dijo es que ya tenían agendada las actividades para 43 días y que no podían parar nada más por mi capricho”, puntualizó.
Acusó que el abogado le sugirió “acomodar” las declaraciones sobre el caso a él y a los tres presuntos integrantes de Guerreros Unidos.
“Nos dijo que ellos tenían que declarar que unos amigos les platicaron, que otros les dijeron dónde están los muchachos, pero que a esos amigos ya los mataron, de tal manera que ya no se encuentren culpables. Yo le dije: ‘no manches ¿cómo piensas hacer eso?'”, recordó.
Explicó que entre los argumentos para no buscar los restos en el lugar señalado es que se trata de una zona controlada por la delincuencia organizada.
El policía comunitario Villar Castillo señaló que después de estar más de ocho años prisión, salió hace más de dos meses absuelto de todos los delitos que le imputaban, pero afirmó que allí en la cárcel conoció a varios sujetos que estuvieron involucrados en el secuestro y desaparición de los normalistas.
“Algunos hombres se me acercaron y comenzamos a platicar, todo apuntaba a que era verdad, con lo que yo sabía de la investigación cuando participé en la búsqueda de los estudiantes… los miembros del “Escuadrón Suicida”, se pusieron de acuerdo para no decir nada, porque todo apuntaba que todo había sido planeado por personas con intereses propios (políticos), y que si decían algo al respecto sus vidas estarían en peligro”.
Señaló que, con el cambio del gobierno federal, convenció a sus compañeros de prisión para buscar a las autoridades y negociar algunos beneficios que como testigos colaboradores podrían adquirir si revelaban el lugar del paradero donde estaban los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Las autoridades ofrecieron 1.5 millones de pesos por cada estudiante.
